viernes, 26 de octubre de 2012

El Otoño: ¡cuidado con los resfriados!

Definitivamente hemos dicho adiós al verano y ya nos vamos acostumbrando a esos días más cortos, ese fresquito mañanero y las primeras lluvias que han llegado con ganas. Dejamos ya atrás los meses más calurosos y, aunque a veces agobiantes, son también los más expansivos y alegres. Muchos empezamos a notar cierta melancolía y tristeza, y vemos como esos brotes de buenas intenciones y firmes propósitos se van desvaneciendo a medida que nos adentramos en esta nueva estación. Como las temperaturas y las hojas de otoño, hay quienes “caen” presas de los primeros síntomas de gripes, resfriados, alergias...

¿Qué nos pasa? Posiblemente nos resistimos a abandonar nuestros ritmos estivales y no nos adaptamos a la nueva energía que nos trae el otoño que es más concentrada, más recogida, más Tierra. Según la antigua filosofía y medicina tradicional chinas (MTC), la Naturaleza nos ofrece este momento de transición para comenzar a calentar el cuerpo de cara a los días más fríos y húmedos. Es el momento de reemplazar los alimentos fríos como ensaladas, verduras crudas, frutas y bebidas frías por platos más consistentes, templados y nutritivos (sopas, estofados, guisos…). Trata de sintonizarte con la energía de este período otoñal con verduras del color del otoño como calabazas, boniatos y castañas, así como con coles, coliflor, brécol, remolacha, cebolla o coles de Bruselas, además de legumbres y cereales integrales como el mijo, el arroz, la avena o la quinoa.

Si mantenemos los mismos hábitos que en verano, es muy probable que el frío interno se sume al frío ambiental y derive en resfriados, diarreas, cansancio, insomnio… que son respuestas del organismo para eliminar ese exceso de ‘frío’.

Lo que debes tener a mano en tu botiquín esencial:

Desde el punto de vista físico, las partes del cuerpo que la MTC relaciona con el otoño son el sistema digestivo y los pulmones. Un desequilibrio en nuestra salud nos puede ocasionar por tanto, resfriados, sinusitis, catarros; problemas respiratorios como alergias y problemas causados por desarreglos digestivos como diarreas o estreñimiento, y problemas de piel (eczemas, soriasis...).

Para prevenir (¡sí, los aceites esenciales también son geniales para evitar malestares!) o para combatir algunos de estos síntomas, conviene que tengas a mano algunos de los siguientes aceites:

Eucalyptus radiata: como ya comentaba en una entrada anterior este aceite se tolera muy bien (incluso en niños) y es un buen aliado para prevenir contagios y reforzar las defensas. Por sus propiedades antiinfecciosas, antivíricas y antibacterianas, te ayudará en caso de gripes, enfermedades virales, toses, sinusitis. Puedes aplicarlo en masaje sobre el tórax, a ambos lados de la columna y en el arco de los pies. También es apto para difusión. También es bueno para renovar energías.

Ravintsara [cinnamomum camphora qt cineol]: ¡Me encanta! y es indispensable para pasar el invierno. Como el Eucalipto radiata es muy eficaz en caso de gripes e infecciones víricas. También mejora el organismo cuando pasamos por períodos de cansancio y nos ayuda a conciliar el sueño. Tiene un olor muy fresquito y notarás enseguida que te levanta el ánimo.

Estragón [Artemisia dracunculus]: apropiado para problemas digestivos, colitis, flatulencias (2 o 3 gotas después de cada comida mezcladas con aceite de oliva, miel o azúcar de caña bajo la lengua). Mezcla 5 gotas de AE con 5 gotas de aceite vegetal (almendra, p.ej.) para masajear zonas doloridas por calambres musculares o contracturas. También para aliviar toses espásticas y asmas alérgicas.

Albahaca [Ocimum basilicum]: tiene un aroma fuerte y especiado, tonificante para el cuerpo y el alma. Cuando se utiliza en la piel puede ayudar a refrescar la mente y la agudeza mental. Cuando se utiliza en masajes, puede relajar los músculos doloridos.

… y para nuestros cambios de humor

Las estaciones también se asocian con diferentes emociones. El otoño es la época de ‘soltar’ lo que ya no nos sirve, lo que nos duele y hace daño para dejar espacio a cosas nuevas. Las situaciones sin resolver (muchas veces en lo que concierne nuestra relación y comunicación con los demás) ponen a prueba en estos momentos a los principales órganos encargados de 'digerir' nuestras emociones: para liberar y soltar, antes hay que digerir y asimilar (sistema digestivo); sólo así seremos capaces de 'soltar’ (a través de nuestros pulmones) esas situaciones que nos bloquean (y enferman).

Estos aceites esenciales te resultarán de gran ayuda:

Menta [Mentha x piperita]: es un tónico y un estimulante general para náuseas, indigestiones, flatulencias; combate la astenia física y mental y es muy eficaz en caso de rinitis, sinusitis, laringitis y halitosis. Puedes ingerirlo mezclado con miel o aceite de oliva y aplicarlo en zonas afectadas con un masaje.

Eucalyptus radiata (ver arriba)

Limón [Citrus lemon]: revitalizante y tonificante, es también un poderoso antioxidante. Muy refrescante mezclado con agua y bueno para la piel.

Bergamota [Citrus bergamia]: tiene un aroma ligero y cítrico con un gran efecto relajante, que además ayuda a elevar la confianza y el estado de ánimo (3/4 gotas en el arco plantar, interior de las muñecas, plexo solar y a ambos lados de la columna). Se utiliza también en caso de problemas de piel como acné, soriasis, eczema… Muy bueno para ayudar a los niños a dormir.

Habitualmente utilizo aceites quimiotipados de los laboratorios Pranarom. La noción de quimiotipo permite conocer la molécula más activa en los aceites esenciales lo que es fundamental para conocer la acción terapéutica de cada uno de ellos. Garantizan una calidad óptima y proporcionan una información de uso objetiva, competente y científica por lo que me dan mucha seguridad para utilizarlos con finalidades terapéuticas (puedes adquirirlos en la tienda online a través de mi página).
Y para cualquier consulta escríbeme a coque@yogatrescantos.com.